Fanfic: El show de Fantomaz

Por Carlos Torres

Era una noche de verano  y dos figuras se deslizaban sigilosamente dentro de una moderna pero opulenta mansión a las afueras de París, pocas horas antes del amanecer.  Una de ellas era una mujer, joven, con un cuerpo que denotaba sus largas horas de ejercicio así como las generosas curvas que le habían brindado sus genes.  Estaba vestida con un traje negro de un material parecido al latex que marcaba cada centímetro de su torneado cuerpo.  Solo su cabeza estaba libre del uniforme que parecía estar rociado sobre la hermosa mujer.  En la oscuridad nocturna era prácticamente invisible. Su pelo era corto, muy adecuado para las frecuentes máscaras y disfraces que usaba en sus tareas.

El caballero a su lado no podía ser más diferente en su forma de vestir.  El traje de la chica indicaba peligro.  La etiqueta que vestía el hombre era una ropa clásica.  Sombrero de copa, bastón, lazo y chaleco complementaban el conjunto de gabán, camisa y pantalón, hechos a la medida por uno de los mejores sastres de París. El hombre se paseaba a gusto dentro de la mansión a pesar de la total oscuridad.

Despues de todo era Fantomas y se encontraba en su casa principal, la cual llamaba afectuosamente el Refugio.

La voluptosa mujer a su lado también estaba acostumbrada a la falta de luz. Todos dentro de la organización de Fantomas la conocían como Piscis.  Una de las miembros del Zodiaco, el conjunto de ayudantes de Fantomas.  Todas mujeres,  expertas en diferentes ramas del conocimiento humano. Todas hermosas. Y todas devotas en su labor de ayudar a su líder en sus misiones.

La misión de esta noche había consistido en burlar la seguridad de la mansión de Pierre Delon, dueño de Alarme Francaise, uno de los servicios de seguridad más grandes de Francia. Un abundante botín de joyas recompensó su esfuerzo.

Con la ayuda de Piscis las luces se encendieron.  Fantomas soltó su bastón, que colocó al lado de la mesa de roble donde dejó su sombrero de copa.

“Gracias por la ayuda Piscis. Su plan fue todo un éxito.”

Piscis sonrió.  En sus manos tenía un lujoso collar que tomó de un pequeño saco, una hermosa joya  que resplandece bajo las luces artificiales del Refugio.

“Siempre es un placer salir “de compras” con usted señor Fantomas.  Este collar será el perfecto regalo para Libra en su cumpleaños.”

Aun cuando el trabajo había sido fácil y ejecutado a la perfección Fantomas estaba cansado.  Prácticamente se arrojó sobre un sofá.  La sala estaba dominada por una enorme pantalla que no solo le servía para ver las noticias, también podía comunicarse con sus agentes alrededor del mundo.

Al cotejar sus mensajes en la pantalla Fantomas notó que tenía varios de uno de sus más estrechos colaboradores.  Jerome Fandor era editor del más prestigioso periódico francés, el Galaxie 33.  A Fandor no le gustaba molestar a la Amenaza Elegante.  Si llamaba algo le preocupaba y bastante.  A pesar de la hora Fantomas lo llamó por su sistema de videochat.  Seguramente todavía estaba en el periódico.

Fantomas no se equivocó.  Segundos después la pantalla de la sala era dominada por la cara de Fandor,  Piscis se paró detrás del sofá para escuchar la conversación.  Fandor era uno de sus más queridos amigos dentro del equipo de trabajo de la Amenaza Elegante.

“Por fin lo encuentro, Señor Fantomas.  Ha sucedido algo grave.”

El tono usado por el periodista preocupó a Fantomas,

“¿Que ocurre Fandor?”

“Usted ha sido victima de un robo,” aseguró contundentemente el periodista.

La afirmación que el amo del crimen hubiera sido víctima de un robo era risible o insultante.  Otro hubiera pensado que era una broma.  Fandor nunca bromeaba.  A Fantomas no le dio gracia.  Especialmente cuando el había diseñado los sistemas de seguridad del Refugio, que tenía más obras de arte que muchos museos europeos.

“¡Imposible! Mis sistemas de seguridad son infalibles!”

El periodista no se inmutó ante la fuerza de las palabras del ladrón.  Solo contestó con dos palabras.

“Vea esto.”

La pantalla ya no presentaba la cara de Fandor.  En su lugar estaba una imagen algo borrosa con el logo de la cadena televisiva DECTV.  Pero eso no era lo importante.

Un hombre se veía en la pantalla.  Vestía una camisilla y pantalones cortos.  Estaba ligeramente sobrepeso.  Pero no era posible conseguir datos adicionales de esa imagen.

El hombre en la pantalla tenía una máscara blanca que cubría su cara.  Una máscara exactamente igual a la de Fantomas.

Piscis abrió los ojos cuanto pudo, la sorpresa fue enorme.

Fantomas entendió instantáneamente.  Fandor tenía razón.  Alguien le había robado.  Le habían hurtado su identidad.  Piscis entendió eso y más.  Ella sabía que alguien iba a pagar por el descaro de robarle al más grande ladrón de todos los tiempos.

FIN CAPITULO 1

 Continuar con el Capítulo 2